La naturaleza es el mejor ejemplo de gestión. Planifica cuidadosamente cada proyecto anual, gestiona el tiempo incluyendo periodos de descanso y recuperación, se reincorpora a la actividad descansada, y sale a la calle: Deslumbrante!!!
La finalidad de terrazas y jardines es disfrutar de la naturaleza cerca de nosotros e incorporando además nuestro gusto y carácter, y se hace entonces imprescindible ayudar a nuestro particular ecosistema, también en invierno.
En enero los días empiezan a ser más largos, aún no mucho, pero la naturaleza lo siente y sabe aprovecharlo. Y es tiempo de estar pendientes de cómo se va presentando la meteorología cada día. Lo mismo puede helar sin piedad (ojo con nuestra plantas más delicadas) que subir las temperaturas durante unos días más de la cuenta (algunas especies de floración temprana se pueden desmelenar y brotar antes de tiempo y con ello necesitar algo de riego si está siendo un invierno seco o abono.
Además, es momento de realizar limpiezas de mantenimiento, ciertas podas, prevención de plagas (atacar los huevos de pulgón que están hibernando y es momento de pillarles despistados J ), plantar nuevos rosales si vivimos en lugares fríos… en fin…. de empezar a disfrutar sólo con pensar que cómo dicen estos días los pájaros por la mañana:
¡Qué viene, qué viene…!